MANOLO YANES - VIRTUAL GALLERY - PAINTINGS
"HORTUS CONCLUSUS"

Notas iconográficas

El Hortus conclusus es el arquetipo del jardín cerrado. Se inspira de los jardines bíblicos y del jardín medieval cerrado, adyacente al castillo, o del jardín monástico o conventual. Simbólicamente es un atributo de la virgen María cuyo origen está en un pasaje del Cantar de los Cantares IV, 12: "Hortus conclusus soror mea, sponsa, hortus conclusus, fons signatus" ("Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa, jardín cerrado, fuente escondida"). En este sentido el jardín cerrado representa a la Virgen María en persona, tierra receptiva y fecunda de la madre de Cristo. El espacio cerrado e impenetrable simboliza la virginidad de María, es un espacio uterino que sólo el Verbo divino puede atravesar y fertilizar sin violarlo. También se relaciona con el paraíso perdido, el Hortus deliciarium, Jardín de las Delicias del que fue expulsado el hombre. Si el Hortus deliciarium está más próximo de una representación del Jardín del Paraíso más centrada en los placeres terrestres, el Hortus conclusus tiene una dimensión fundamentalmente espiritual. A través de María el jardín cerrado se abre para acoger a Cristo y representa entonces el paraíso perdido y reencontrado, así como es igualmente el claustro en el que María se retira para dedicarse a la vida contemplativa.
A la noción de espacio cerrado podemos añadirle la de espacio privado, secreto. En francés la expresión jardin secret designa un espacio psíquico reservado, protegido, aparte, en el que se expresan nuestros sentimientos más personales. Históricamente el jardín, de forma general, también puede considerarse frecuentemente como una especie de pequeño paraíso, siguiendo la tradición persa. Como tema iconográfico específico aparece en torno a 1400, en el contexto del Gótico internacional. Durante el S. XV también aparece integrado en temas como la Anunciación.